Quinta Sinfonía de Beethoven

La Sinfonía № 5 en do menor Opus 67 de Ludwig van Beethoven fue compuesta entre 1804 y 1808. Desde su estreno en el Theater an der Wien de Viena el 22 de diciembre de 1808, dirigida por el compositor, la obra adquirió un notorio prestigio, que aún continúa en la actualidad. De hecho, se trata de una de las composiciones más populares y conocidas de la música clásica, También es conocida como La Quinta de Beethoven, La Sinfonía del Destino y La Llamada del Destino.

Tiene la forma usual de la sinfonía clásica, en cuatro movimientos: empieza con un allegro de sonata, continúa con un andante y finaliza con un scherzo ininterrumpido, que comprende las dos últimas partes.

La Quinta Sinfonía destaca notablemente por la cantidad de tiempo que demoró su composición. Hay muchos estudios en torno al tema, que revelan que en obras anteriores de Beethoven ya se emplea el famoso motivo rítmico con que comienza la sinfonía, y que hay una particular inclinación por las posibilidades dramáticas de la tonalidad de do menor .

Composiciones en donde aparece ya el motivo son: el Concierto para piano nº 1 (1797), en la Sonata para piano Op. 10 Nº 3, en el Concierto para piano nº 3 en do menor (1802), la Sonata Appassionata, los cuartetos de cuerdas "Rasumovsky" del Op. 59.
En un apunte de 1803 encontramos un anticipo del scherzo, en el tiempo en que terminaba la Segunda Sinfonía. Beethoven dejó madurar su concepción de la sinfonía, interrumpiéndola por la composición de otras obras. Hacia 1804 se dispuso con mayor intensidad a terminarla; los apuntes más importantes de esta sinfonía se encuentra en un cuaderno de apuntes junto con los del Concierto para piano nº 4. La preparación final de la Quinta Sinfonía ocurrió entre 1807 y 1808, y fue realizada en paralelo a la de la Sexta Sinfonía, la conocida Pastoral, hecho sorprendente pues se trata de dos sinfonías muy diferentes.

Cuando Beethoven la compuso ya estaba llegando a los 40 años, su vida personal estaba marcada por la angustia que le causaba el aumento de su sordera; pese a esto, había entrado ya en un imparable proceso de “furia creativa”. Europa estaba marcada decisivamente por las guerras napoleónicas, la agitación política en Austria y la ocupación de Viena por las tropas de Napoleón en 1805.
(del blog Camino de Música)

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